Hemos percibido una mayor resistencia de los pacientes a participar en ensayos clínicos por miedo a un mayor riesgo de contagio al tener que acudir más veces al hospital

¿Cómo recuerdan esas semanas de finales de febrero y primeros de marzo, con la detección de los primeros casos en Álava?

En los primeros días vivimos la situación con cierta aprensión ante un virus desconocido y ante los estragos que estaba causando en Italia. Inmediatamente, iniciamos la utilización de mascarillas en todo el servicio y extremamos las medidas de lavado de manos y distanciamiento.

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¿Cómo recuerdan esas semanas de finales de febrero y primeros de marzo, con la detección de los primeros casos en Álava?¿Cómo fueron adaptando la organización del servicio ante la avalancha de casos durante los meses de marzo y abril?¿Cuál es el periodo que recuerda como más crítico?Pese a ser uno de los servicios que no podía parar pese a la pandemia, una vez que el impacto de la primera ola fue descendiendo, el servicio tuvo que realizar un sobreesfuerzo para recuperar cierta actividad que se había demorado por el Covid. Un estudio de la Sociedad Española de Oncología Médica que analiza el impacto que la Covid ha tenido sobre el cáncer durante la primera ola, de marzo a junio de 2020 ofrece cifras demoledoras: comparándolo con el mismo período del año anterior habla de 21% menos de diagnósticos nuevos de cáncer,  un 14% menos de atenciones de pacientes en hospital de día, una disminución del 9% de los tratamientos de quimioterapia y un 5% en los de radioterapia. También menos pruebas diagnósticas: un 30% menos de citologías y una reducción del 25% en el número de biopsias. ¿Se confirma esta tendencia también en la OSI Araba?¿La  situación de retraso de diagnóstico y potencial pérdida de oportunidad hace esperar un aumento de las cifras de mortalidad?¿Cuál es la situación actual? ¿Traerá cambios esta crisis sanitaria en la organización de los servicios o en algunas prácticas clínicas que se desarrollan en el área de Oncología?¿Recomendaría que los pacientes con cáncer avanzado o con tratamiento activo inmunosupresor tengan cierta preferencia para la vacunación frente al Covid19?¿El esfuerzo investigador en la Covid ha supuesto un detrimento investigador en otras áreas como en lo referente al cáncer?

¿Cómo fueron adaptando la organización del servicio ante la avalancha de casos durante los meses de marzo y abril?

En consultas externas de Oncología se modificaron muchas citas presenciales que pasaron a ser telefónicas. Se retrasaron algunas revisiones de pacientes libres de enfermedad. Los tratamientos considerados imprescindibles se mantuvieron. En algunos casos se pasó de tratamientos intravenosos a orales para reducir el tiempo que los pacientes pasaban en el Hospital de día o en consulta. A algunos pacientes con tratamientos orales se les envió la medicación a casa gracias a la colaboración del servicio de Farmacia. De esa forma les evitábamos acudir a nuestro centro. En planta de Hospitalización de Oncología se redujo mucho el número de ingresos desde el Servicio de Urgencias: nuestros pacientes temían acudir a dicho servicio por miedo a contagiarse. Al tener menos actividad en planta, enviamos oncólogos a ayudar con los pacientes ingresados por Covid. En los momentos más críticos, enviamos además a otros oncólogos que debían ver pacientes en consulta y otros nos encargamos de ella, permitiendo así mayor colaboración contra la pandemia en marzo y abril, apoyando a los Servicios de Medicina Interna y Respiratorio.

¿Cuál es el periodo que recuerda como más crítico?

Tras el cierra de las escuelas y la declaración del estado de alarma sanitaria. Se percibía mucho miedo en los pacientes y también entre el personal. Tuvimos a algún facultativo aislado o infectado y la presión asistencial entonces era muy alta y no había posibilidades de contratación. Hubo que hacer guardias no previstas por bajas de facultativos, teniendo que cubrir la  actividad del saliente, algunos compañeros tuvieron que doblar turnos, otros venir en fin de semana a ayudar…

Pese a ser uno de los servicios que no podía parar pese a la pandemia, una vez que el impacto de la primera ola fue descendiendo, el servicio tuvo que realizar un sobreesfuerzo para recuperar cierta actividad que se había demorado por el Covid. 

La actividad volvió poco a poco a lo normal tras la bajada en el número de contagios y la reducción del número de ingresos de pacientes Covid. Nuestra planta con pacientes oncológicos volvió a las cifras habituales. Empezaron a llegar pacientes con nuevo diagnóstico  de cáncer. Las consultas presenciales volvieron a ser la norma. Sin embargo se ha mantenido un cierto número de consultas telefónicas que antes eran poco frecuentes. El peor momento tras la primera ola fue el verano, todo el personal tenía ganas de vacaciones y había que mantener la atención sanitaria oncológica, que nunca se cancela. Además, se nos indicó la necesidad de coger todas las vacaciones entre julio y octubre, en previsión de nuevas olas, para estar en disposición de trabajar. Pudimos hacerlo con esfuerzo y gracias a la contratación de personal.

Un estudio de la Sociedad Española de Oncología Médica que analiza el impacto que la Covid ha tenido sobre el cáncer durante la primera ola, de marzo a junio de 2020 ofrece cifras demoledoras: comparándolo con el mismo período del año anterior habla de 21% menos de diagnósticos nuevos de cáncer,  un 14% menos de atenciones de pacientes en hospital de día, una disminución del 9% de los tratamientos de quimioterapia y un 5% en los de radioterapia. También menos pruebas diagnósticas: un 30% menos de citologías y una reducción del 25% en el número de biopsias. ¿Se confirma esta tendencia también en la OSI Araba?

En cuanto al número de diagnósticos nuevos así es, hemos tenido entre marzo y junio de 2020 un 15% menos. En todo el año 2020 el número de casos nuevos ha bajado en un 10% frente al 2019. Las cifras de pacientes atendidos en el Hospital de día tienen la misma tendencia. El número de biopsias y citologías en los meses de marzo a junio de 2020 presentó una llamativa reducción, de al menos un 50% frente a las realizadas en 2019.

¿La  situación de retraso de diagnóstico y potencial pérdida de oportunidad hace esperar un aumento de las cifras de mortalidad?

Obviamente el diagnóstico precoz del cáncer conlleva un estadio más temprano y, por tanto, un mejor pronóstico en cuanto a curación. En tumores que están diseminados al debut, el retraso en el inicio del tratamiento puede conllevar también un deterioro en su supervivencia y en la paliación de síntomas. Hemos percibido que llegan más pacientes con diagnósticos tardíos,  debidos a los retrasos en las citas de pruebas diagnósticas o a retrasos en las consultas con su médico, como consecuencia de la pandemia.

¿Cuál es la situación actual? 

Hay bastante normalidad. Hay menos miedo y se está trabajando bien. La Covid ya no nos es desconocida y hay mejor planificación. La asistencia no se ha visto desbordada con la segunda y tercera ola. Nosotros mantenemos una actividad normal pero sin olvidar las precauciones.

¿Traerá cambios esta crisis sanitaria en la organización de los servicios o en algunas prácticas clínicas que se desarrollan en el área de Oncología?

Indudablemente se va a incorporar la consulta telefónica. Esto no siempre es lo mejor: la atención telefónica debe hacerse solo en situaciones concretas, la consulta presencial en Oncología es muy importante para el paciente, tanto desde el punto de vista físico como del psicológico. Los comités de tumores también sufren la repercusión de la pandemia al tener restringido el aforo: menos especialistas por comité con menor riqueza en intercambio de opiniones. Por otro lado, la asistencia a sesiones clínicas se está realizando a través de videoconferencia, lo que conlleva pérdida de la relación entre distintas especialidades y mayor dificultad en la participación.

¿Recomendaría que los pacientes con cáncer avanzado o con tratamiento activo inmunosupresor tengan cierta preferencia para la vacunación frente al Covid19?

Por supuesto, especialmente a pacientes con patología respiratoria de base y con cáncer diseminado.

¿El esfuerzo investigador en la Covid ha supuesto un detrimento investigador en otras áreas como en lo referente al cáncer?

Efectivamente ahora solo hay Covid. Sin embargo, se mantiene la investigación clínica y la realización de ensayos clínicos en Oncología.  Lo que sí hemos percibido es una mayor resistencia por parte de los pacientes a participar en ensayos clínicos, por miedo a tener que acudir más veces al hospital con el consiguiente mayor riesgo de contagio. 

Aparte de esto, los congresos médicos han cambiado su formato a online. Esto conlleva mayor dificultad para seguirlos al ser en horario de tarde y tras jornadas laborales cansadas, lo que  dificulta nuestra puesta al día

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