La COVID-19 se manifestó muy pronto en nuestra organización. Durante la última semana de febrero y primera de marzo ya se detectaron los primeros casos positivos para Covid-19 en el HUA Sede Txagorritxu.
Después de lo vivido en este último año, solo puedo agradecer la generosidad de todas las personas que componen nuestro equipo. Eskerrik asko bihotz-bihotzez
Recuerdo las noticias que se trasmitían desde compañeros anestesiólogos en Italia, en especial el fin de semana del 7 y 8 de marzo. Anticipábamos que habría que dar respuesta a un gran número de pacientes con necesidad de camas hospitalarias y de cuidados críticos. La mañana del lunes 9 de marzo nos coordinamos con el Servicio de Medicina Intensiva puesto que era más que probable que la UCI de Txagorritxu, con 20 camas, iba a ser insuficiente en pocos días.
Ante tal situación, como Servicio de Anestesia, tuvimos que afrontar un gran número de tareas en un corto espacio de tiempo, y si tuviera que resumirlo, las más relevantes serían:
- En un tiempo récord, con la inestimable colaboración de los Servicios de mantenimiento y electromedicina, se habilitó el área quirúrgica de la tercera planta de Txagorritxu para albergar ingresos de pacientes críticos Covid, con una capacidad para hasta doce pacientes, y ya el sábado 14 de marzo se tuvo que inaugurar con el primer ingreso. La unidad se transformó de la noche a la mañana, pusimos a prueba las estaciones de anestesia reconvirtiéndolas en respiradores de críticos, se habilitaron nuevas estancias para el funcionamiento de la unidad, se trasladaron bombas de perfusión, monitores, materiales de intubación, ecógrafos, medicación… desde los diferentes quirófanos hasta esta nueva unidad. Se realizó un gran esfuerzo por parte de diferentes colectivos de profesionales: anestesiólogos, enfermeras, auxiliares, celadores, personal de limpieza, etc. para habilitar espacios adecuados para este tipo de pacientes.
De modo paralelo, en el HUA sede Santiago se habilitaron también nuevos espacios para pacientes críticos (Covid y no Covid), con la participación activa de intensivistas y anestesiólogos, y poniendo a disposición materiales y esfuerzos.
- Se limitó la actividad quirúrgica de la OSI, se decidió suspender a lo largo de la semana del 9 de marzo en Sede Txagorritxu todas las intervenciones que pudieran posponerse (salvo oncológicas o urgentes) y fue concentrándose toda la cirugía oncológica/preferente en sede Santiago.
- Muchos de los adjuntos y residentes del Servicio de Anestesiología pasaron a dar apoyo en las diferentes áreas de Intensivos. A mi modo de ver, un ejemplo dentro de la organización en el grado de sinergia y trabajo en equipo entre intensivistas y anestesiólogos, tratando de aportar lo mejor de cada uno.
También otros profesionales, enfermeras, auxiliares y celadores del Bloque Quirúrgico, que hasta aquel momento trabajaban en el quirófano, tuvieron que transformar su labor y adaptarse de un día para otro a otras funciones, a otro perfil de paciente, a otro entorno, e incluso a otros turnos. Todos ellos lo hicieron con profesionalidad y con la responsabilidad del reto que asumían.
Desde entonces, nuestro trabajo se ha ido normalizando, siempre adaptándonos a la evolución de la pandemia y su repercusión en la presión asistencial de la OSI Araba. Actualmente, nuestro quehacer diario se centra en:
- La recuperación y el mantenimiento de toda la actividad quirúrgica, muchas veces condicionada por la alta ocupación de las camas de hospitalización por pacientes Covid.
- La sedación fuera de quirófano.
- La asistencia de los pacientes posquirúrgicos en nuestras URPAs (Covid y no Covid).
Como resumen, durante aquella primera fase de la pandemia provocada por la COVID, dentro del gran impacto sanitario que se produjo a todos los niveles, me gustaría destacar la extraordinaria respuesta por parte del Servicio de Anestesiología, basada fundamentalmente en el esfuerzo, en la disposición y la entrega de todos y cada uno de cuantos lo integran, de lo cual estoy tremendamente orgullosa.