No hemos detectado casos que podamos considerar claramente que han presentado una patología neurológica directamente relacionada con el Covid

¿Cómo recuerdan esas semanas de finales de febrero y primeros de marzo, con la detección de los primeros casos en Álava?

 

La última semana de febrero de 2021 tuvimos la reunión anual de la Sociedad Vasca de Neurología en Burgos. Durante la reunión empezamos a recibir llamadas refiriendo la aparición de casos en Vitoria, noticias de que se había aislado a personas de diferentes Servicios del Hospital y advertencias de que había que estar atentos tanto a los síntomas como a los posibles contactos establecidos con afectados. Algunos miembros del Servicio volvieron a Vitoria antes de tiempo y a partir de entonces todo el trabajo en el Servicio estuvo condicionado por el riesgo y la incertidumbre del contagio, la necesidad de detección precoz y los ajustes necesarios para apoyar a los Servicios más afectados por estar en primera línea de pacientes con Covid-19.

¿Cómo fueron adaptando la organización del servicio ante la avalancha de casos durante los meses de marzo y abril?

 

El Servicio se fue adaptando progresivamente a la situación. En las primeras semanas un tercio de los neurólogos pasó a apoyar al Servicio de Medicina Interna y se sustituyeron las consultas presenciales por consultas telefónicas viendo solo aquellos casos urgentes o que fuese necesario explorar directamente. En la planta poco a poco se fueron instaurando medidas de protección y medidas de detección de pacientes con Covid-19 para su aislamiento o traslado a plantas específicas de tratamiento.

¿Cuál fue el periodo más crítico?

El periodo más crítico fueron los tres o cuatro primeros meses en los que todos tuvimos que adaptarnos a la nueva situación. Por un lado hubo que instaurar medidas de protección a través del uso masivo de mascarillas, la realización precoz de PCR, el desarrollo de consultas telefónicas y las limitaciones impuestas al acompañamiento de pacientes. Por otro lado hubo que adecuarse a las modificaciones estructurales del Hospital para ampliar las UCI y crear plantas de Covid-19. Los cambios en el procedimiento y las modificaciones de las normas se producían cada pocos días. Una vez que esa primera ola fue “amainando”, imagino que el servicio tuvo que realizar un sobre esfuerzo para recuperar cierta actividad que se había demorado por el Covid. La verdad es sí hubo una disminución inicial de la actividad en el Servicio por los cambios en la forma de desarrollar la actividad, la reducción de los pacientes debido al miedo, algunas bajas en el equipo asistencial, la necesidad de que algunos compañeros pasasen a apoyar otros Servicios y la gran polarización existente hacia el tema Covid. Después, sin embargo, la situación se ha ido normalizando de forma progresiva y ahora es similar a la que había previamente, sin que por el momento nos hayamos visto sobrepasados en ingresos o listas de espera.

¿Cuál es el perfil más habitual del paciente post covid que están tratando en estos momentos en su servicio?

En estos momentos vemos algunos pacientes que han pasado el Covid-19 y que consultan por cefaleas, pérdida de olfato, parestesias, pérdida de memoria inmediata o dificultades en la concentración, pero que paulatinamente se van recuperando y cuando acuden a la consulta ya presentan una clara mejoría. Vemos también pacientes con enfermedades neurológicas diagnosticadas previamente que presentan un empeoramiento de su sintomatología habitual, con cuadros de mayor confusión en Demencias, o de mayor torpeza y dificultad para caminar tras el confinamiento en enfermedades con afectación motora como Parkinson o ELA. Finalmente hemos detectado pacientes que han presentado cuadros con sintomatología aguda como en accidentes vasculares cerebrales y que han retrasado el acudir al Hospital lo que ha empeorado las opciones terapéuticas y el pronóstico.

¿Qué porcentaje de pacientes sufren afectación neurológica de la Covid-19 y cuáles son las principales afecciones?

 

En el Servicio de Neurología no hemos detectado casos que podamos considerar que han presentado una patología neurológica directamente relacionada con el Covid, salvo el caso de tres pacientes que han sufrido un ictus coincidiendo con su afectación por Covid-19 pero en los que la relación no ha quedado establecida de forma clara.

¿Cuántos pacientes han tratado desde el inicio de la pandemia?

Hemos visto pocos pacientes con patología neurológica directamente por Covid o con secuelas neurológicas claras permanentes. Lo que más ha afectado a los pacientes neurológicos han sido los cambios en el funcionamiento del Servicio debidos al Covid. A lo largo de 2020 y respecto al año anterior las primeras consultas disminuyeron un 11%, mientras que las revisiones, en su mayoría telefónicas, aumentaron un 11,5%. En los primeros meses el número de ingresos por enfermedades neurológicas se redujo hasta un 60% aunque en el conjunto del año la disminución fue del 15%. Es difícil saber cuántas de estas consultas e ingresos fueron condicionadas por el Covid-19 o por la situación de confinamiento.

En algunos hospitales han hablado de un importante descenso en el número de ictus registrados en este último año. Personas mayores que se quedaron aislados durante la primera ola o que tienen miedo de acudir al hospital por temor a un contagio. ¿Tiene reflejo esta situación en la OSI Araba?

Sí, efectivamente. Como ya he comentado en el HUA el número total de ingresos en neurología disminuyó significativamente, hasta el 60%, en los primeros meses; mientras que los ictus agudos lo hicieron en un 20%, creemos que probablemente porque los afectados no acudieron al hospital en el momento de producirse el accidente cerebral vascular o llegaron ya evolucionados.

¿Cuál es la situación actual?

Actualmente observamos una progresiva vuelta a la situación habitual de otros años en estas mismas fechas, tanto por el número como por el tipo de pacientes y tanto en los ingresos como en las consultas externas. Además ya se asumen con normalidad las precauciones necesarias para la situación actual de pandemia y se está pendiente de adaptarse a posibles nuevas “olas”. Por otro lado las vacunaciones de pacientes ingresados en residencias y de personas de edad avanzada así como de personal sanitario abren nuevas expectativas de normalización.

¿Traerá cambios esta crisis sanitaria en la organización de los servicios o en algunas prácticas clínicas que se desarrollan en el área de Neurología?

 

Desde el punto de vista del funcionamiento del Servicio creo que saldremos con una capacidad mayor y más rápida para adaptarnos a otras crisis o a nuevas situaciones que se puedan ir generando. Con procedimientos, como el desarrollo de consultas telefónicas, los reajustes en el tipo de asistencia de pacientes, la vigilancia de patologías asociadas,..

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